Restaurante Marbrava

Hace algunos años decidimos dedicar nuestras vidas a dos de nuestras pasiones culinarias: la paella y las patatas bravas. Con el propósito de conseguir un excelente resultado en ambos casos, apostamos por prescindir de todo tipo de atajos que la cocina moderna nos proporciona, para centrarnos en una elaboración tradicional, tanto de nuestra salsa brava, como de nuestro allioli, así como en el caso de las paellas, con nuestro caldo que hacemos cada mañana, nuestro sofrito, y nuestra forma de cocinarlas al modo tradicional, al fuego de principio a fin. 

Elaboramos un caldo cada día, un sofrito cada día, una salsa brava cada día, un allioli cada día... agotador, pero reconfortante. Es nuestro caldo, es nuestro sofrito, son nuestras salsas... y no hay nada que nos recompense más que poder ofrecer a nuestros clientes algo que no van a poder encontrar en ningún otro sitio. Ponemos tanta pasión que estamos convencidos de que el resultado es excelente.

También creemos que un restaurante de paellas en la playa debe ser asequible para todo el mundo. La paella es un plato popular y debe venderse a precios populares. Por eso nuestros menús son muy ajustados, sin sacrificar la calidad y el sabor.

Por esta forma de trabajar, hemos de ser muy estrictos con los horarios. Cada paella debe estar al fuego exactamente 30 minutos, de modo que transcurrido ese tiempo debemos empezar la siguiente. Es por eso que no podemos atender a mesas que se retrasan en llegar. Por ello, exigimos máxima puntualidad, al punto de no poder atender a mesas que se retrasen más de 10 minutos. Pedimos disculpas por ello.

Nos vemos en Marbrava, será un placer atenderos en nuestra casa.